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Los "Naipes de equivalencia de fracciones, porcentajes y decimales" y la "Torre de Hanói", concebidos como simuladores virtuales, son materiales educativos concretos que comparten principios pedagógicos fundamentales para la enseñanza de conceptos matemáticos complejos a estudiantes de secundaria. Su diseño común busca promover un aprendizaje activo y participativo al facilitar la comprensión de ideas abstractas mediante la interacción directa y tangible, incluso en un entorno virtual.
Considerando que ambos son simuladores virtuales,
sus aspectos comunes más relevantes son:
- Naturaleza del material educativo: Ambos se enmarcan en la categoría de "materiales educativos concretos", la cual explícitamente incluye herramientas que "se utilizan en computadoras y software educativo" dentro de las "prácticas en laboratorio de matemática". Esto significa que, como simuladores virtuales, cumplen la función de materiales manipulables para la exploración y comprensión de conceptos abstractos.
- Orientaciones
didácticas compartidas: Los manuales para ambos materiales proponen
las mismas tres orientaciones didácticas principales para su uso, que son
aplicables a simuladores virtuales:
- Prácticas
en laboratorio de matemática: Permiten a los estudiantes introducir
nuevos conceptos, corregir errores y descubrir o comprobar propiedades
matemáticas mediante la manipulación de los elementos del simulador.
Estas prácticas siguen fases de acción real (virtual en este caso),
acción acompañada por el lenguaje, relato y representación gráfica.
- Planteamiento
de talleres matemáticos: Se enfocan en desplegar competencias y
capacidades, con la manipulación del material concreto (virtual) siendo
esencial para representar operaciones y facilitar la comprensión.
- El
juego como fuente de aprendizaje de la matemática: La incorporación de
juegos estimula habilidades matemáticas específicas, potencia la
creatividad y el disfrute, y guía a los estudiantes desde la experiencia
sensorial e intuitiva hacia la comprensión de conceptos abstractos a
través de etapas como adaptación, estructuración, abstracción,
representación gráfica, descripción de representaciones y formalización.
- Fundamento
neurocientífico:
Ambos simuladores se basan en los aportes de la neurociencia, enfatizando
que el uso de material concreto (que incluye lo virtual) es un
"elemento clave para el aprendizaje significativo".
Promueven actividades con manipulación y movimiento que progresan "de
lo simple a lo complejo y de lo concreto a lo abstracto". Además,
resaltan la importancia de enseñar "desde la emoción" para hacer
el aprendizaje más curioso y fortalecer el desarrollo de funciones
ejecutivas como el aprendizaje autónomo y la flexibilidad cognitiva.
- Competencias clave: Ambos materiales están diseñados para desarrollar competencias matemáticas específicas. Aunque los naipes se centran en "Resuelve problemas de cantidad", y la Torre de Hanói en "Resuelve problemas de regularidad, equivalencia y cambio", ambos utilizan la manipulación como medio para abordar estas competencias.
En síntesis, como simuladores virtuales, los
"Naipes de equivalencia" y la "Torre de Hanói" son
herramientas manipulables diseñadas bajo los mismos principios pedagógicos y neurocientíficos,
buscando que los estudiantes exploren, experimenten y visualicen activamente
conceptos matemáticos complejos para una comprensión más profunda y
significativa.
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